lunes, 10 de enero de 2011

La buitrera, el campo de la ignorancia


Llovía ligeramente en Erla cuando llegue del largo viaje a Castellon, me acerque como hago tantas veces al campo de fútbol, es algo que me relaja y que a la vez de repente me traslada a la infancia, el campo de tierra y su olor a granja...tiene algo ese entorno que me debilita y me vuelve mas llano y niño.
Que tardes en la buitrera entre la tierra y los hierbajos.. podías hacer una  chilena sin hacerte ningún escorchon en las caderas... no iba a ser todo bircromina en las rodillas...la hierva en el campo de fútbol  te alegraba,  te pegabas  todo el partidillo por el suelo. Que tardes tan maravillosas con tus botas de fútbol en la bolsa del spar o de la angelesl...ibas contento antes de que se hiciera de noche e inevitablemente siempre se nos hacia de noche...el ultimo balón casi siempre era el que se perdía y el que definitivamente ya no encontrábamos.
Los mayores te hacían un hueco para jugar con ellos y te sentías importante, no querías defraudar, si lograbas marcar un gol la felicidad ya iba por dentro. Es por eso que mi campo de fútbol tiene algo de especial, el campo de siempre, el de niño el de joven y el de no tan joven..
Alguna mañana me siento en su grada y huelo el  aire de madrugada..mmmmm¡¡¡ que limpio...aunque no lo creáis hay día que no huele a granja. Estoy un ratito viéndome jugar el partidillo con los amigos, con las bicis tiradas en el suelo y las chaquetas del chándal de porterías, el balón de badana mas viejo que la tarara y nuestras zapatillas dando paso a nuestras primeras botas de fútbol, con tacos de goma y con el orgullo incluido. Después de meter dos goles de chilena y aplaudirme yo mismo me marcho a casa con los recuerdos en la garganta. Os contaría tantas batallas, tantas partidos...tantos piques..cuantos ganados y cuantos perdidos, con  los amigos de verdad, con los que nacimos juntos y tuvimos las mismas cosas, con los amigos que no se olvidan, con los que el tiempo  aunque pase nunca borra esos  recuerdos.
Quería desde aquí felicitar al nuevo equipo de fútbol, como yo también ellos jugaron  en se campo de niños, ellos lo encontraron en mejores condiciones pero se que también piensan como yo, solo que somos de distintas generaciones.
Brindo por ellos, por esos jóvenes que salieron al rescate de la buitrera y que han echo  que de nuevo  el equipo del  pueblo siga en la competición. por ellos también mis palabras de animo y mi confianza,mi respeto y colaboración.
Desde el bar, quien no recuerda ese gol que marcaste de niño aquel viernes de niebla, por navidad...que luego corriendo ibas a preparar el festival de reyes.
Con los pantalones de barro y las zapatillas hartas de agua...creo que sin duda nadie podrá robarme la infancia mas bonita que existe, la de la libertad....la de llegar tarde a casa, 
¿Que niño de Erla de entonces no recuerda venir de la buitrera de noche oscuro? unos en bicicleta y otros andando, algunos volvían en el tractor de su padre o la moto de su hermano.
¿Como se puede olvidar eso? para no saberlo. y no conseguirlo nunca.

SECUENCIA 56 INTERIOR EN EL COMEDOR DE CASA EMILIO.

Madre - ¿ se puede saber donde vienes a estas horas? ¿has visto como vienes de mierda?
              Te voy a pegar un batan... vas todos los días como los  gitanos.

Emilio -  Vengo de la buitrera, hemos estado todos allí jugando al fútbol, te aseguro que de mierda nos llevamos  todos poco.

Madre -  Anda marcha a lávate ...y deja que te eche un poco de agua oxigenada en esa herida..
               a este paso se te va a infectar.


Emilio llevaba sin curar esa herida sin curar mas de un mes, como cada uno de nosotros.
¿Quien dejaba de jugar al fútbol un solo día?   
              


1 comentario:

  1. Precioso como siempre Daniel. Pero yo lo hubiera titulado "La Buitrera, el campo de la inocencia".
    Si el campo hablara... qué momentos y emociones hemos vivido sobre ese terreno. Disgustos, alegrías, lágrimas, sudor e incluso sangre!!!
    Todo por defender los colores de nuestro pueblo, nuestra gente, nuestro orgullo, nuestra raza...
    Enhorabuena y gracias por evocar estos recuerdos.
    Un abrazo.

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