miércoles, 30 de marzo de 2011

la ventana de un sueño

Aquel señor de traje azul claro  derrochaba humildad en su ojos, después de dedicarme una sincera sonrisa se ofreció y me pido permiso para registrar mi maleta.


Guardia. -permitame.
joven-si, por favor,mire todo que sea necesario...
Guardia- seré breve, no quiero  que se sientan incómodos..
joven-para nada...usted cumpla con su trabajo.


El abuelo que dormía plácidamente despertó y  con cara de no saber lo que estaba pasando enseguida se percato de la situación. Llevaba en la braguetera del pantalón toda la ceniza consumida de la faria, como el antes me contara eran los pantalones que estrenara el día de su boda, un día de invierno allá cuando acababa la guerra civil Española.El joven y respetuoso guardia empezó atentamente a mirar entre mis cosas.


Guardia-Bonito rosario de madera,-cojiendolo en sus manos con delicadeza-  ¿  es suyo?
Joven- No, solo me acompaño y me dio suerte..no soy su dueño, es bonito verdad.
El guardia-Mi abuela tenia uno parecido, recuerdo de niño verlo en la mesilla de noche al lado de un despertador mas viejo que la tos.-riéndose- soltando una sonrisa nostálgica- lo besaba cada noche al acostarse.


El guardia siguió mirando mi maleta con cuidado, con mucho tacto para no desarrugar las prendas de vestir que había echado para el viaje, tengo que decir que no he visto mas tacto y mas cuidado en una persona de seguridad en toda mi vida.
Pude ver como salia a la vista una pequeña cajita de coser y escondida entre la ropa una botella de limonada, también puesto en faena descubrió unos pendientes y un bote de laca junto a una hoja parroquial plegadita con cuidado en el borde de la maleta.


El guardia  -Creo que deveria  haber cogido otra maleta, sin duda que aprovecha bien el viaje por la cantidad de cosas que lleva.-con cierta sorpresa- no obstante le diré que se permite dos bultos por persona ademas de un bolso de viaje.
Joven- De haberlo sabido no dude que hubiera cogido  mas cosas que debido al tamaño de mi bulto no  pude coger, siento que nadie me avisara previamente.
El guardia-siendo así, espero de corazón que haya
 sabido elegir bien sus cosas.


Por mi cabeza rondaban las cosas que había tenido que dejar en casa   por ese motivo, me paso por mi mismo unos juegos de sabanas y una bata de color clara que no pude meter entre todas las cosas, también me acorde de varias fragancias y algún que otro pañuelo de vestir al igual que algún par de zapatillas de esas que dicen de estar por casa.
Eran tantas las cosas que me había dejado que  la nostalgia y la tristeza invadió mi cuerpo en ese mismo instante.


El guardia-Espero que no se pongan malas antes de llegar a su destino- 


Envueltas en papel de periódico, el guardián nos enseño las torrijas de pan leche y huevo que saltaban a la vista.


joven.- tome una, las prepare para el viaje...no me haga usted este feo.
Guardia-no debería...pero viendo la pinta que tienen haré el esfuerzo si  prometen no decir nada a mi jefe el revisor, no me permiten este tipo de cosas.
Abuelo- ummmmm¡¡¡ si no le importa joven... no he olido tan bien desde que las hiciera mi difunta esposa
Joven-Coja.... coja... no se incomode, están riquísimas.


Después de repartir  las torrijas para los tres y darles los primeros bocados, cerre mi maleta con la satisfacion que gracias a dios había pasado el primer corte de mi viaje.















jueves, 24 de marzo de 2011

¿Fuma...?

Me quede de nuevo dormido, el sonido del tren continuo y sin descanso hizo que se me cerraran los ojos, había madrugado y era normal por las horas y mas después de comerme un bocadillo de tortilla de patata que estaba riquísimo.Al despertar apoyaba mi cabeza sobre el cristal, me incorpore de nuevo para arreglarme y subirme  un poco el pantalón tras la pequeña y tranquilizadora siesta, eran las 14 horas dela tarde y el paisaje esta vez si era muy distinto al de algunas horas antes.
Atravesábamos un bonito valle con pequeños riachuelos a sus lados, todo era muy verde y el agua blanca con una limpieza inigualable,me llamaron la atención la presencia de numerosos pájaros  posados a los lados de la vía en  uno y en otro lado, otras aves mas grandes y de finas patas comían en el verde del campo que atravesábamos.
El abuelo consumía una faria en sus labios, y el olor y el humo de aquel tabaco me hicieron irremediablemente toser varias veces.


Abuelo- ¿Desea uno joven?- con cierta sonrisa-
yo-           No, muchas gracias no fumo....


Enseñándome una cajita pequeña con mas farias dentro de ella.
Abuelo-llevaba mas de 35 años guardándolos-con una carcajada-
yo- No se los fumo  por lo que veo.
Abuelo- Mi esposa nunca me dejo fumar en casa.... decía que ese veneno acabaría conmigo el día menos pensado.
yo- Su esposa era una mujer sabia...puedo traducir que su mujer era mujer de carácter.
Abuelo- si ,la verdad es que si, no va usted muy desencaminado..
yo- mi madre también tenia su genio...pasaron algunos años hasta que dejo de prohibirme las cosas- con una ligera sonrisa-.


El abuelo siguió fumando gustosamente su faria derrochando una imagen de felicidad exquisita, yo lo miraba con el rabillo del ojo haciendo aspavientos para quitarme el humo de la cara.
Bajo un cielo azul precioso me dispuse abrir la ventana del camarote con sumo cuidado, ya que desconocía como funcionaba aquel artilugio lo hizo con el miedo de no romperlo y pagar  así los daños ocasionados.
El aire que entro me supuso como un salto a libertad mas liberadora,enseguida se limpio el compartimiento del olor a faria y reino la frescura y la limpieza del exterior, el olor a papel del peridoto que mantenía en mis manos puso el broche de oro a tal sensación de felicidad.
A los pocos minutos note como el tren se iba parando lentamente, desminuia la velocidad considerablemente mientras las bocinas en la parte delantera sonaban esta vez mas fuerte que al principio.
No pude mas que asomarme por la ventana del habitáculo para saber que podría estar pasando cuando el tren en cuestión de segundos se detuvo finalmente.


¡¡¡Control, control!!! cojan sus billetes y mantengan sus maletas abiertas...


Esa voz que provenía del pasillo tengo que reconocer que me creo un nudo en la garganta....

lunes, 14 de marzo de 2011

¡¡¡ BILLETES POR FAVOR!!!!.

Después de salir del largo túnel el abuelo cayo rendido sobre su hombro derecho, el echarse varios tragos de vino supongo que haría que le  entrase el sueño, sea o no sea asi ese señor dormía profundamente cuando alguien llamo a la puerta de nuestro compartimento.
-Billetes por favor- exclamo el revisor vistiendo un traje azul y una gorra del mismo color-enseguida eche mano a la america para cogerlo y dárselo.

JOVEN- Alli tiene¡...
REVISOR- Es curioso hace días que no picaba un billete de ida y vuelta, se habrá
 gastado una fortuna.
JOVEN-Hize la reserva  ya hace algún tiempo...llevaba idea de hacer este viaje hace algún tiempo.
REVISOR- Espero que el viaje sea de su agrado y que disfrute del bonito  paisaje.. en un par de horas vera como cambia su vista.

El revisor me hizo con la mano señas ostensibles de que no despertara a abuelo, me quede a medio recorrido de hacerlo..el abuelo se movió un poco pero tras darse media vuelta siguió sumergido en un tranquilo sueño.

REVISOR- No se preocupe joven, deje dormir al señor Julian, ya me han comunicado que esta vez lamentablemente no tiene billete de vuelta.

Tras marcharse el revisor tuve la imperiosa necesidad de rebuscar en la maleta del abuelo, ya que este dormía profundamente, no tuve miedo a que me cojiera infraganti, así que echándole un poco de valor y con la respiración contenida abrí sigilosamente la maleta del viajero.
En cuanto abrí la maleta di con un sobre y algunos papeles que cayeron al suelo, tras ellos solo una toalla blanca de ganchillo tapaba diversas cosas que el hombre guardaba en su interior, pude observar un manojo de llaves, una pipa y una cartera de mano.
En un pequeño compartimento guardaba algunas fotos al igual que su documento nacional de identidad y su cartilla de la seguridad social, y dentro de ese pequeño compartimento y muy especialmente  el retrato de una mujer en blanco y negro.
Un manojo de llaves algo viejas y un pequeño transistor es lo único mas que pude observar dentro de aquella maleta.Tuve la curiosidad de mirar lo que ocultaba ese sobre  que cayo al suelo, y echándole esta vez un poco mas de valor,me precipite abrirlo y  leer.

HOSPITAL PROVINCIAL - ZARAGOZA-

Con fecha de 4-5-1986  y a las 5, 50 de la madrugada, el doctor D.Pablo Gimeno Ortiz certifica la defunción de D. Clara Sanchez Gracia, natural del burgo de Osma e hija de Tomas Sanchez y Maria Gracia naturales ambos de la misma localidad..
Paciente con largo historial clínico y con episodios continuados de crisis respiratorias,  fallece en la planta de terminales habiendo recibido los santos sacramentos de manos del padre de dicho Hospital.

                                                                                                            firmado.  D. Pablo Gimeno.


Tras cerrar el sobre de nuevo y mirar su Documento  nacional de identidad pude convencerme que aquella acta de defunción correspondía a la mujer que había compartido con el la vida mas de 50 años, su esposa.
El otro sobre de parecido aspecto tengo que ser sincero que no tuve valor de abrirlo




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martes, 8 de marzo de 2011

Cada 8 de marzo

Cada ocho de marzo preparo mi maleta y espero ansioso hacer este viaje, soy el primero en llegar a la estación, es madrugada y solo veo al sereno del barrio, al hombre tras el mostrador que vende los billetes con una gorra negra y Lourdes la mujer que limpia los baños de la estación de tren  mas bonita del mundo.Me siento en su banco de madera y miro el reloj, son las 4,50 de la madrugada y hasta las 5 no llega el tren que  he de cojer y que me llevara a mi destino.Mi maleta es pequeña,no llevo muchas cosas, lo justo y necesario para pasar un día muy especial lejos de lo cotidiano.
Son las 5 en punto cuando un viejo tren de locomotora antigua hace su entrada en la estación del barrio del aire, me levanto y puedo verlo parar a un metro y medio de la vía, el aire de su velocidad mueve mi flequillo y el abrigo negro que eligo para dicha ocasión.
Soy el único pasajero junto a un abuelo con gallata y algo cheposo... el  lleva algunas maletas mas ayudado por un mozo de equipaje de la estación.
Miro mi reloj antes de subir al vagón, son las 5, 05 mientras le doy la mano al abuelo para ayudarle a subir al compartimento.
-Una noche lluviosa joven- con voz temblorosa me dijo el abuelo.
-Al menos no corre el aire,es lo mejor que nos puede pasar .... el cierzo congelaría nuestras mejillas- le conteste,-Mucho madruga usted-le pregunte, el me respondió,-es el ultimo día de mi vida que he madrugado, a partir de ahora me tomare las cosas con mas calma..y dormiré bastante mas jeje-sonrió-
-le felicito, muchas felicidades por tan ansiada jubilación.-el señor me sonrió justo en el momento que el jefe de estación con voz alta y clara exclamaba.


-Pasajeros con rumbo a.......el expreso de madrugada va a realizar su salida en breves instantes.


El compartimento era de corte clásico con bonitos asientos de piel  y  con suelo de moqueta,el ventanal grande con dos literas estrechitas para estirar un poco las piernas en caso de apuro, digamos que  el sitio justificaba un caro  billete que había costado la friolera de 12.000 euros, mis ahorros de todo un verano, no le di importancia ya que el interior me hacia sentir bien y era la antesala de un maravilloso  día inolvidable.
Después de dejar mi maleta arriba de asiento, me instale en mi cómoda butaca quitándome los zapatos y tomándome la confianza por adelanto del abuelo, no me olían los pies porque de lo contrario no lo habría echo.
Todavía era de noche cuando el expreso empezó avanzar lentamente, estaba algo nervioso..no conocía el camino ni la dirección, el abuelo parecía feliz manteniéndose con los ojos cerrados y en silencio,pude observar alguna lagrima cayéndole pero la disimulaba pasándose el pañuelo por la cara.Con la mano derecha apoyada en el cristal del compartimento, soltó un pequeño suspiro que apenas pude entender-Hasta pronto Manuela-.
Eran las 7 , ya habían trascurrido dos horas de viaje cuando desperté del primer sueño, el abuelo rebuscaba en una de sus maletas algún objeto, parecía nervioso con el miedo de habérselo olvidado.
-Es extraño, no amanece todavía-exclame,el abuelo me contesto-hace mas de 45 minutos que nos metimos en el túnel,-¿En que túnel? le pregunte-Nuestro viaje transcurre por un largo y oscuro túnel de piedra, no debes preocuparte si no ves el sol, te aseguro que te acostumbraras a la sensación ejej-rió el abuelo-
Tuve que coger un poco de aire al oír las palabras del abuelo, reconozco que se me hizo un nudo en la garganta, tras cerrar los ojos y expirar aire variar veces por la nariz me tranquilice.
Eran las 7.50 cuando abría mi bocadillo de tortilla francesa echo expresamente para la ocasión, acompañado por la bota de vino no dude en echarme el primer trago antes de arrancar mi primer mordisco a semejante almuerzo, tras hacerme un buen lamparon en mi camisa blanca le pase la bota al abuelo y este no supo decirme que no, le pego un trago llegando sus manos a lo mas alto del techo, este sin mancharse me susurro...¡¡¡oggggg.... esto despierta a un muerto pequeño- soltando una  carcajada y cerrando los ojos su mirada me sonó a una despedida.


CONTINUARA----------------------------------------------------------------------------------------------------------